Este signo de Agua, es uno de los más sentimentales de nuestro zodiaco. Para Piscis, el amor es el sentimiento más importante en su vida, y no nos referimos precisamente al amor de pareja, sino que Piscis sabe amar y apreciar cada detalle de su entorno. Piscis puede sentir amor por una flor, por las estrellas, y ni que hablar de que también ama la vida misma, es un signo muy apasionado y místico, y le encanta estar en continua sintonía con las energías del universo.
Quizás el mundo sea un lugar demasiado cruel para este signo tan delicado, que suele sufrir demasiado por cuestiones y situaciones que en ocasiones escapan de su control. A Piscis le afecta mucho la realidad, es un signo que se toma todo muy a pecho, y es por esto que prefiere vivir rodeado de sueños e ideales. Para el signo de los peces, no es nada complicado crear en su mente un mundo perfecto, a donde pueda escapar de vez en cuando, cuando las cosas se tornen algo complicadas en el mundo real.
Lo irónico, es que Piscis puede ser perfectamente el signo que más decepciones coleccione en su vida, y a la vez, el que más feliz consigue ser. ¿Por qué? porque este signo nunca se rinde, y siempre piensa que la vida es un regalo y merece ser vivida con la mejor actitud. Piscis sufrirá muchas veces por amor, por amistad e incluso por temas ajenos a él, pero aún así, nunca permitirá que su corazón se torne de tinieblas. Este signo tiene muy en claro, que cada caída, es una oportunidad para comenzar de nuevo, y quien sabe…tal vez la próxima vez, los resultados sean los indicados. Piscis vive con mucho entusiasmo y optimismo, y es justamente eso lo que lo hace ser tan especial y querido por los demás. Además, el signo de los peces, siempre consigue lo que quiere…y no por fuerza bruta, sino por su enorme capacidad de ver más allá de los obstáculos y las barreras que la vida le pone por delante.
El mayor sueño en la vida de un Piscis, es reencontrarse con su alma gemela…¿reencontrarse? si, claro…Piscis sabe muy bien que en otras vidas estaba unido a alguien más, y que al descender a este mundo las dos almas se han separado, y vagan incesantemente por la Tierra buscando su otra parte. Piscis está convencido de que en el mundo existe su otra mitad, y es por esto, que la buscará incansablemente, por las calles de las ciudades más románticas, por los desiertos cubiertos de arena, y por todos los rincones del mundo, para que cuando la encuentre, pueda mirarla directamente a los ojos, y reconocer en su mirada, la luz única de dos almas que se han estado buscando por miles de cielos, a través del tiempo.
Sin duda alguna, es un privilegio convivir al lado de una personalidad así, que nos brinda la posibilidad de ver el mundo desde un lugar tan mágico y confortable. Quizás, si todos fuéramos como Piscis, la historia del universo, sería una inmensa historia de amor y felicidad interminable.